Un sencillo giro del destino o las jugarretas de la vida que son como se presentan y nos dedicamos a escarbar en ella, en la vida, para hacerla habitable. Como cuando te tropiezas con una canción que te lleva a conducir lo más lejos que puedas o durante el rato de que dispongas, si hay a mano unas gafas de sol, para no correr en el vacío, y dinero para gasolina.
También valen las carambolas o el cálculo de probabilidades o los seis grados de separación o las alas de la mariposa.
Y por culpa de escarbar en una espléndida canción, que apareció entre otras y volvió a la vida dentro de un coche, se me ocurre el calado político de una de las primeras medidas que ha tomado el nuevo gobierno municipal ovetense, la de la apertura de los comedores escolares en verano, se me ocurre que para combatir la miseria, en menores y mayores, hay que planificar, desde luego, contando con el trabajo ya hecho, bueno en gran parte, pero que esta estafa se alarga y, cuanto más avanzamos en el tiempo, peor es la situación para tantas familias y más cruelmente estructural puede volverse la pobreza, por tanto, la urgencia y la ductilidad son necesarias, porque, sí, hay vales para comprar comida, pero no podemos obviar la pobreza energética, la falta de recursos para pagar luz y gas, con lo que el alimento cocinado duplica su valor, y se prefieren vales porque dicen que los comedores estigmatizan, pero la que estigmatiza es la mirada de quien dice que se estigmatiza y conviene dejar el discurso del estigma para la creencia religiosa o para la historia de la pintura occidental. O para ambas.
Y abrir los comedores escolares en verano y organizarlo en una semana, cómo no, podrán pulirse, pero el combate del hambre es el objetivo político más alto, por elemental justicia social y por elemental garantía de supervivencia, que puede tenerse, y por crecer con salud y por no dormirte encima del pupitre. No hay objetivo político mayor y a lo mejor no resulta como se pretende, ya se pulirá, pero que una de las primeras medidas del nuevo gobierno municipal haya sido abrir los comedores escolares en verano pone en las cabeceras acción política de calado, porque los alimentos cocinados duplican su valor y porque las heridas en las palmas de las manos y en los pies dejémoslas para la creencia y la recreación religiosas y afrontemos la miseria sin fomentar el discurso paternalista y disimulador y la dignidad la pierde quien ve al de enfrente sin dignidad porque reúne el coraje para pedir ayuda o porque huele a lo que no olemos quienes tenemos agua y el agua está caliente y tenemos jabón y el jabón huele a lo que queremos que huela y tenemos colonia y tenemos crema y tenemos desodorante y ocultamos el olor de la regla con no sé qué y tenemos detergente con olor a lavanda.
Y un sencillo giro del destino, por volver a esa soberbia historia de muelles y perdedores, que impulsa a conducir, a conducir lejos, con gafas de sol, para no correr con ceguera, para no viajar con ceguera, hace que ahora estemos debatiendo acerca de una medida que habrá que pulir, pero que responde a las reales necesidades de esa vida que hay que escarbar para hacerla habitable.

Asturias24 – 24 de junio de 2015.