Suze Rotolo estaba en Italia, reflexionando acerca de su vida con un Bob Dylan que empezaba a ser muy conocido y con el que ya parecía que no iba a ser fácil tener una relación sentimental. También se había ido empujada por su madre, a la que Dylan no convencía, ese chico cuya higiene dejaba bastante que desear y que parecía tender a la egolatría.
Bob Dylan se quedó llorando por las esquinas del Village esa separación, a la vez que empezaba una producción asombrosa de canciones bellísimas y complejas, muestras ya de su genialidad, tan jovencísimo.
Cuando Suze estaba fuera, Bob decidió viajar al Reino Unido, con la intención de ir a Italia, luego, a encontrarse con ella. En este viaje, entabló contacto con músicos de la escena folk, recuperadores de antiguas melodías medievales. Martin Carthy le enseñó «Scarborough Fair»:

Are you going to Scarborough Fair?Parsley, sage, rosemary and thyme.Remember me to one who lives there,She once was a true love of mine.

Conocemos esta canción, sobre todo, por la bellísima versión de Simon and Garfunkel. Esa repetición, además, de las hierbas medievales nombró el disco en que la canción aparece.
Bob Dylan comenzó a escribir «Girl from the North Country» (que se publica por primera vez en su álbum The Freewheelin’ Bob Dylan) , canción que bebe muy directamente de la fuente de «Scarborough Fair»:

Well, if you’re travelin’ in the north country fair
Where the winds hit heavy on the borderline,
Remember me to one who lives there,
She once was a true love of mine.

La chica a la que va dirigida la canción es Echo Helstrom, que había sido novia de Dylan en Hibbing, Minnesota, adonde la familia Zimmerman se había mudado desde Duluth, novia de juventud que nuestro bardo recuerda, pero que comparte la inspiración con Suze, pues Dylan, desde Inglaterra, viajó a Italia con la intención de reencontrarse con ella, que había partido a Estados Unidos cuando Bobby llegó, con lo que, nuevamente desconsolado, terminó esta belleza que es «Girl from the North Country», también pensando en Suze.
La canción abre otro álbum de Dylan, pocos años después, Nashville Skyline, y lo abre de forma majestuosa, pues esta es una versión compartida con otro gigante, Johnny Cash, que la interpreta de esa forma cálida, introspectiva, poderosa, como solo nuestro hombre de negro favorito sabe hacer. Por ello, nos gusta tanto también la versión de su hija Rosanne Cash, que hace un disco con canciones escogidas de la lista-canon que su padre le dio cuando cumplió 18 años.

«Girl from the North Country» dio lugar a otra canción, «Boots of Spanish Leather», pero esta merecerá otro capítulo.