Me gusta mucho ir a las pruebas de sonido previas a los conciertos. Algún amigo músico no lo entiende y me dice que son una lata para una espectadora. Yo le digo que me gusta, que no me aburren, todo lo contrario. Algunas son auténticos trozos de ensayo, mezclados con auténticos trozos de concierto, mezclados con auténticas clases de ingeniería de sonido y de melodías.
Releo el primer capítulo introducción de 31 canciones, de Nick Hornby. Necesito leer ese libro como abono. El capítulo está dedicado a «Your Love Is the Place where I Come From», de Teenage Fanclub. Escucho la canción en bucle, la canción es grande, una gran canción, aunque a mí la que me gusta es «When I Still Have Thee», me gusta muchísimo, la música y que hable de que los Rolling Stones escriben canciones para quien sabe que los Stones escriben canciones para quienes sabemos que los Stones nos escriben canciones. Últimamente, los Stones han escrito para mí «Shine a Light».
Nick Hornby escuchó en la prueba de sonido de un acústico de Teenage Fanclub «Your Love Is the Place…», y supo que el concierto, a beneficio de un colegio, iba a ser un éxito. Por eso me gusta ir a las pruebas de sonido. Porque puedes saber que el concierto va a ser un éxito, aunque no lo sea. Porque hay destellos y explosión de neutrinos, porque Teenage Fanclub sonaban fantásticamente bien y eran espumillón. Y porque pueden ser la excusa para escribir un libro sobre canciones, que acaba conduciendo a saber que no necesito demasiado si…
Una vez, fui a una prueba de sonido de Ilegales. Era una sala y era Madrid. La banda entera probó, con la tensión de estar a nada de tocar. Te vas a aburrir, me dijo alguien. ¿Aburrir, aburrir? ¿Aburrir? Si me fuera a aburrir, no estaría escribiendo ahora esto. ¿Cómo me voy a aburrir? ¿Cómo me voy a aburrir si Jorge acaba de saludarme desde el escenario, levantando la guitarra?
Se acabó la prueba, todos se retiraron, excepto Mike Vergara. El personal de la sala seguía rellenando las neveras y yo también me quedé. Y Mike Vergara se sentó en un escalón y empezó a probar la guitarra, sin amplificar, él solo, con la cabeza pegada al cuerpo de la guitarra. Y yo saqué el bloc y empecé a escribir. A escribir un libro de canciones.