Lo único que no me gusta es que se usen anglicismos acogidos sin espíritu crítico. No rechazo el neologismo, que es un elemento fundamental de evolución del idioma y que responde a la esencia híbrida de cualquier lengua, que la pureza solo provoca estatismo y muerte. Pero la proliferación de palabras que acaban siendo solo para iniciados y el abandono de hermosas palabras del español no me gustan nada. Porque paremos a mirar solo un minuto lo que esconde o muestra la etimología de una palabra. No hace falta consultar el diccionario canónico etimológico del español, el Corominas, no. Vayamos al Diccionario académico.
Bien, si en el diccionario consultamos la entrada «mecenas», en la explicación etimológica leemos que viene de Mecenas, «consejero del emperador romano Augusto y protector de las letras y de los literatos». Y el «mecenazgo», «la protección o ayuda dispensadas a una actividad cultural, artística o científica».
Entonces, lo único que no me gusta es que usemos crowdfunding cuando queremos decir «mecenazgo».
Lo único que no me gusta es que nos quejemos sin haber movido el culo, aunque podamos mover el culo solo un poquito. Los tiempos no están para alegrías, pero seguro que en muchas ocasiones podemos hacer algo más de lo que hacemos. Como dice Alberto Izquierdo, superviviente en su tienda de discos Alta Fidelidad, en Oviedo, por qué no pagar, si podemos, por las industrias que nos hacen felices. Que nos hacen felices y mucho más, que nos hacen felices, aunque sea los tres minutos que dura una canción, las dos horas que dura un concierto o las trescientas páginas que dura una novela. Y luego, cuando desaparecen las industrias que nos hacen felices, si no hemos movido un poquito el culo, no valen el llanto y el crujir de dientes, no, ya no valen.
Lo que sí me gusta y me da envidia es la capacidad para escribir canciones. Yo aspiro a morirme habiendo escrito siquiera una, pero creo que, para que me salga, antes debería aprender a tocar la guitarra y no encuentro el momento. Pero escucho las canciones que escribe la gente que sabe y que lo hace sin parar y ya me sirve.
Lo que sí me gusta es la gente que me tropiezo por Oviedo y que se involucra en lo que me gusta cuando se le pide. Y esta tarde a Pablo Moro se lo hemos pedido y ha estado. Y Pablo Moro escribe canciones y toca la guitarra y como hace tiempo que renuncié a quejarme sin haber movido siquiera un poco el culo y quiero las industrias que me hacen feliz o, al menos, que no permiten que me duerma y como no hace falta ser millonario para ser algo Mecenas os digo que Pablo Moro busca mecenazgo para grabar su nuevo disco. En la red, está toda la información necesaria para ponerlo en práctica.
La ventana de Asturias – Cadena SER – 19 de diciembre de 2014.