Por cosas como esta, sucede la desafección por las instituciones políticas y quienes las forman. Es la crisis, por supuesto, el despojo al que en pocos años nos han sometido, la mirada de desprecio de quien vive por encima de nuestras posibilidades; es el retroceso en condiciones laborales y de vida, es la hepatitis C, es internet y son las redes sociales, son partidos políticos cuyos liderazgos se renuevan entre sí. Por cosas como estas, sucede la desafección, en un resumen rápido porque cada una de estas razones daría para mucho.
Hay las tremendas consecuencias de la crisis y todo su entramado, que llevan a la gente a tirarse a la calle, los desahucios, el paro y los trabajos cada vez más precarios, el precio de la energía subiendo con desafuero, que afecta a la industria pesada, pero que afecta, abundante y terriblemente, a las familias.
Pero también por cosas como esta, está pasando lo que está pasando, en forma de organizaciones políticas que se declaran por encima de la lectura de la realidad en términos de izquierda y de derecha, que se cuestionan como base de su programa político instituciones hasta ahora intocables, que están obteniendo importantísimos resultados electorales y que, previsiblemente, los obtendrán a no mucho tardar.
Pero también por cosas como esta.
Recuerdo el cuadro de Sorolla «¡Aún dicen que el pescado es caro!», de 1894 y en el Museo del Prado, en perfecta concordancia social con la obra de Blasco Ibáñez, dos veteranos pescadores atienden a uno más joven, herido, en el interior de un barco, rodeados de pescados y de instrumentos para pescar.
Pero también por cosas como esta.
Han tenido que pasar diecisiete años, diecisiete años, para que en la entrada a puerto en Bustio, en el más oriental de nuestros concejos, en Ribadedeva, se coloquen balizas luminosas, para que los pescadores salgan a la mar y vuelvan con mayor seguridad, para que arriben a tierra sorteando obstáculos, iluminados ahora, una inversión que no llega a los sesenta mil euros.
Una entrada a puerto endiablada, la ría de Tinamayor, todas las Administraciones han sido las implicadas, dicen que el proyecto supuso dificultad grande, pero ¿de verdad que son necesarios diecisiete años, para reducir el riesgo de entrada y salida a puerto, para que no solo los pescadores muy avezados naveguen con cierta seguridad, para no recordar a Sorolla, para  conjurar las sirenas?
Pero también por cosas como esta.

Asturias24 – 28 de enero de 2015.