Sin querer originalidad, me gustaría pedirles a los Reyes Magos unas cosas.
Que la imputación de los imputados de La Madreña se quede en nada. Que haya cintura para resolver el uso del espacio. Que se arregle del mejor modo posible la situación de quienes trabajan en Sedes.
Que nuestros desayunos de la calle Paraíso lo sean solo porque queremos. Que, mientras se necesiten, sigamos contando con el apoyo incondicional de tantas personas. Que sigamos haciendo crecer nuestra red comunitaria.
Que siga habiendo brillantes cabezas que se dediquen al humor. Que podamos seguir leyendo la realidad a través de ellas.
Que repita, revisitada, una noche blanca en Oviedo. Que tengamos otra noche en la calle, en espacios normalmente cerrados. Que esos espacios se abran.
Que nuestro patrimonio cultural sea gestionado en el día a día por expertas manos profesionales. Que no se degrade el trabajo científico y se sustituya, con la excusa de la escasez de recursos, por la buena voluntad.
Que no se repitan acciones censoras y, menos que todas, autocensoras. Que podamos elegir para escuchar lo que nos dé la gana. Que la denuncia y la investigación sean libres. Que la ciudadanía no sea tratada como idiota. Que no nos suicidemos cortándonos nuestras manos o mordiéndonos nuestras lenguas.
Que nunca más se cruce en el camino de nadie una veta de grisú.
Que no se repitan espectáculos como el de la alcaldía, aún sin resolver, de Cudillero. Que, si se repiten, quienes nos representan se ahorren sus gestos de extrañeza ante la grieta abierta con quienes, cada día, tratan de vivir con el ahogo de la crisis latrocinio.
Que en Oviedo siga habiendo tanto, y más. Y mejor. Y que no es obligatorio vivirlo, pero si no se vive no se diga que en Oviedo no hay nada y si no se vive no haya sorpresas porque lo que hay peligre. Que la música en directo, vital para que una ciudad lata, siga. Que la música en directo pueda convivir con la ciudad porque la música en directo es ciudad.
Que Asturias siga acogiendo. Que desde Asturias, con acciones, sigamos dando cortes de manga a las cuchillas de las vallas. Que Vaudí, Gema, Puri y Sil sigan cantando «A primera vista».
Que el 26 de agosto celebremos los cien años de Julio Cortázar. Que lo sigamos queriendo tanto. Que estando del lado de acá estemos del lado de allá.
Que siga teniendo el oficio y la inspiración para que estos comentarios continúen en su hueco. Que siga teniendo ganas de contar cosas.
Que, sabiendo que estamos del mismo lado, no cambiemos de dirección.
Y como creer en la providencia es la forma fácil de no hacer nada y como los Reyes Magos eran científicos, que trabajemos, codo con codo, quienes ya sabéis, quienes lo compartís, para tratar de que todo esto se cumpla.
La ventana de Asturias – Cadena SER – 3 de enero de 2014.