El próximo sábado, 7 de noviembre, en Madrid, a las doce de la mañana, y desde el Ministerio de Sanidad, saldrá la marcha convocada por el movimiento feminista contra las violencias machistas.
Tras la masiva marcha del 1 de febrero del año pasado del Tren de la Libertad, promovida por las mujeres de las organizaciones feministas asturianas Tertulia Feminista Les Comadres y Asociación de Mujeres por la Igualdad de Barredos, contra la reforma de la ley del aborto, y que acabó con la salida del Ministerio de Justicia de Alberto Ruiz-Gallardón, esta convocatoria del sábado se espera, asimismo, masiva y, convocada por el movimiento feminista, ya se han sumado organizaciones políticas, sindicales, sociales, culturales…, numerosas y variadas.
A fecha de 2 de noviembre, y según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 41 mujeres han sido asesinadas por varones parejas o exparejas, 41 mujeres han sido víctimas de la violencia de género en su expresión irremediable, en su manifestación más brutal, en su forma más abyecta, opresora y destructora.
Y las habrá vivas, sí, pero heridas y mutiladas y humilladas y violadas. Y las habrá enfermas y morirán y no formarán parte de esta lista, pero habrán sido asesinadas poco a poco, con ensañamiento.
Y habrán vivido el horror en su hogar, sea un hogar físico o el hogar que supone la pareja, una relación también es un hogar, una relación de pareja puede ser un hogar, aunque no se comparta un espacio físico, así lo podemos sentir, cuando buscamos, también, estar a gusto y hablar y acariciar una piel, y el horror íntimo, el horror en un lugar cerrado y nuestro es un horror máximo, espacios pequeños, aparentemente seguros y en donde deberíamos vivir sin temor, que se convierten en infiernos en la tierra, en sepulturas en vida, en cárceles sin barrotes a la vista.
Conozco a mujeres que están vivas, pero podrían estar muertas. Pudieron escapar a tiempo, pero podrían estar muertas. Fueron torturadas, pero podrían estar muertas. Fueron secuestradas, pero podrían estar muertas. Solo le pidieron que no las golpeara en la cara, pero podrían estar muertas. Solo le pidieron que no las golpeara en el cuarto de baño, pero podrían estar muertas.

Asturias24 – 4 de noviembre de 2015.