Nos tuvimos que mudar de casa. Pagábamos mucho y no cerraban bien ni las puertas ni las ventanas y se escapaba todo el calor. Los ratones subían por el patio y por la noche los escuchábamos. La dueña no arregla la casa, que es vieja.
Nos tuvimos que mudar de casa a una que no tiene calefacción.
No podíamos pagar la calefacción. Menos mal que la casera era una buena mujer.
Pago un mes el alquiler y otro, la luz. Cuando viene el recibo de la luz, no puedo pagar el alquiler.
Nos viene bien venir a desayunar. En casa, desayunamos. Pero si podemos venir aquí también podemos pagar recibos.
Fui con las llaves de casa al banco y les dije en la oficina: «Aquí tienen las llaves de mi casa».
El único ingreso que entra en casa es el salario de mi mujer, que trabaja cuatro horas al día cuidando a una señora. Somos cuatro en casa. Mi mujer no llega a los 400 euros.
Antes, llegábamos a fin de mes. Ahora, todo cambió. Y los niños comen mucho.
Nos mudamos lejos. Pagamos mucho de alquiler. La niña sigue en el cole, aunque ahora nos quede lejos. Hay autobuses.
Vivo lejos de donde dais los desayunos y el cole también lo está. Madrugamos.
Si sabes de algún trabajo, si te enteras, de lo que sea, avísame. Me llaman muy de vez en cuando para hacer algún turno los fines de semana.
Tengo solicitado el salario. La trabajadora social me dice que está a punto.
Me desperté, abrí la nevera y no había nada.
¿Tendréis aceite? Anda, aceite de oliva, del caro.
Oviedo, año 2015, desayunos gratuitos y sin necesidad de papeles para desayunar. Ayudamos con alimento para llevar a casa a las familias con las que desayunamos. Estos son sus relatos. No preguntamos. No queremos papeles. Sí escuchamos.
Oye, me caducan el mes que viene unos cereales y creo que no los vamos a consumir. ¿Los queréis? Claro.
Estos bollos están perfectamente comestibles, pero no los puedo vender. ¿Los queréis? Claro que los queremos. Los tostamos y los comemos con mantequilla y mermelada. ¿Tú sabes qué desayunos? Como los caros de cafetería.
¿De dónde eres? Ah, es que no te había preguntado todavía, fíjate, y hace semanas que nos conocemos. ¿Te gusta vivir aquí?
¿Que cuánta gente viene a desayunar? Es una cifra que varía, no todas las familias vienen todos los días, por distintas circunstancias, que vamos conociendo porque nos vamos cogiendo confianza.
La Resolución de 25 de febrero del Fondo Español de Garantía Agraria, publicada en el BOE de 6 de marzo, endurece las exigencias de control de las personas que acuden a las organizaciones encargadas de la distribución de alimentos dentro del programa de ayuda alimentaria de este año y la elaboración de un estricto informe social, que, sí, no es exigencia para lo que se conoce como «comedores».
En Oviedo, no sé si somos un comedor, no sé lo que somos, desayunamos en compañía, ayudamos para las comidas que se hacen en casa, compartimos mesa y repartimos. No pedimos papeles. Lo que conté hace nada lo conozco porque nos lo han contado.
La ventana de Asturias – Cadena SER – 13 de marzo de 2015.