Desde el 1 de octubre, día a día en que hubo cole, hasta ayer, 19 de junio, en el número 5 de la calle Paraíso, en el local de la asociación Partycipa, desde la página ¿Pero quién dice que en Oviedo no hay nada?, hemos dado desayunos para niños, para niñas, antes del colegio, desayunos que se convirtieron en desayunos para familias y para quien quisiera desayunar de quienes estábamos allí, niños, niñas, familias, voluntariado…
Desde el 10 de enero, cada viernes que hubo cole, hasta el pasado 13 de junio, en el mismo lugar, la misma gente, hemos repartido alimentos para desayunos o para lo que fuera, a familias que han venido a buscarlos, en las últimas semanas cien, y más.
Pretendimos construir un recurso comunitario, de apoyo mutuo, de barrio, de redistribución, de aportar cada cual lo que pudiera o lo que supiera. No tuvimos el apoyo de institución alguna, ni lo pretendimos. Lo pretendimos al principio, para arrancar, y recurrimos al Banco de Alimentos, cuyo donativo nos fue negado por no querer para nuestros desayunos pedir ningún papel a quien apareciera por Paraíso, 5. No quisimos pedir certificados de miseria.
Abrimos, sin saber lo que iba a pasar. Y pasó que la gente se volcó, que la ciudad respondió, que respondió la hostelería vecina, que no quieren que diga que donan porque no lo hacen para darse publicidad, pero ahora es el momento de hablar de El Boca a Boca, del Café Paraíso, de L’Esperteyu, del Ca Beleño, de El Dengue, de Manboleo, de Taormina. Pero no solo la hostelería de la zona, y hay que hablar de Casa Chema y de Casa Domitila. Pero no solo la hostelería, y hay que hablar del colegio de los Dominicos y del taller de reparación de electrodomésticos Amable. Y hay que hablar de la música, y de Alberto & García, que tampoco quieren, pero hoy no les hago caso, y de Petit Pop. Y de todas las bandas y solistas que tocaron en La Calleja, el pasado diciembre, gracias, Pachi.
Y hay que agradecer a los medios, os necesitamos, la atención prestada. Y a Reparalia, que va a dejar bonito el local de Paraíso.
Y hay que hablar de tanta gente, de tantas familias, de tanta organización en coles, en guarderías, en centros de trabajo, y de las marchas de la dignidad y de La Madreña.
Hay que hablar de tanta gente, que, semana a semana, nos llenó Paraíso de leche, de cacao, de galletas, de bizcochos y de palabras. De coches subidos a la acera para descargar.
Hay que hablar de Oviedo, del Oviedo que nos gusta, que nos devolvió con creces lo que le dimos.
Hay que hablar de las salamandras, que nos dejaron invadir Paraíso, que están ahí de mucho antes y nos sobrevivirán,  y nos dieron su aprobación porque nos entendieron enseguida.
Y todo esto pudimos hacerlo porque tenemos fe, porque practicamos, porque somos creyentes, porque nuestro dios es Johnny Cash.

La ventana de Asturias – Cadena SER – 20 de junio de 2014.