¿Debe la sociedad civil suplir a los poderes públicos en cualquier época, pero, sobre todo, en época de crisis? ¿Si la ciudadanía, reunida en colectivos o de manera más informal, toma las riendas de aquello de lo que los gobiernos no quieren o no pueden ocuparse, sobre todo, en época de crisis, les está haciendo el juego al sistema que nos engaña y a los gobiernos ineficaces?
Es cierto que para los parias de la tierra la crisis siempre ha estado ahí, como el dinosaurio de Monterroso, y siempre ha habido ciudadanía, organizada o menos, que ha tratado de cubrir sus carencias. Modelos desde el benéfico-caritativo, muchas veces alentado por la Iglesia católica, hasta el solidario, alentado por la intención de redistribuir la riqueza, pasando por el compasivo, alentado por razones más relacionadas con las propias emociones, modelos entre los que es fácil que haya intersecciones.
Y también la ciudadanía se organiza para cubrir necesidades no básicas en principio, no cubiertas por las administraciones, pero sí requeridas por colectivos determinados. Son asociaciones de personas unidas por un interés concreto las que suelen suplir estas carencias.
Mañana, en Gijón, la Asociación Asturiana de Adoptantes, Asturadop, organiza una jornada cuyos contenidos están relacionados con la posadopción, con lo que ocurre una vez en casa con las criaturas adoptadas.
La Administración asturiana, tácita o expresamente, ha delegado la formación posadoptiva, en gran medida, en Asturadop.
En Oviedo, la asociación Partycipa y la página ¿Pero quién dice que en Oviedo no hay nada? ponen en marcha, a partir del mes de octubre, unos desayunos para niños y niñas antes de entrar en el colegio, desayunos que no filtrarán a los comensales, pero cuyo proyecto surgió cuando empezaron a aparecer en los medios informaciones acerca de que hay escolares, y no son hechos aislados, que van a clase sin desayunar, con las consecuencias, entre otras igualmente tremendas, que la falta de la primera comida del día acarrea en el rendimiento escolar.
Estos desayunos pretenden no quedarse en una «mera», entre comillas, proporción de alimento, sino generar, a partir de ellos, reciprocidades entre familias usuarias, personas colaboradoras y cualquiera que se acerque y que tenga algo que ofrecer o que aprender. Pretenden fomentar redes ciudadanas y crear recursos que la comunidad necesite y cuya ausencia sea notable.
¿Está Asturadop haciendo lo que la Administración debería y que, por ello, esta no va a hacer?
¿Están Partycipa y ¿Pero quién dice…? actuando como una suerte de damas del ropero del siglo XXI y haciéndole el juego al sistema que nos ha traído hasta el lodazal de la crisis? ¿Debemos abandonar la acción directa con la gente por la acción directa contra quienes nos estafan?
El debate no está completado y la gama de grises es amplia. De momento, proponemos actuar con las personas, sin rebajar, nunca, la exigencia firme y ruidosa a quienes gestionan lo que nos pertenece, recordándoles que están a nuestro servicio.

La ventana de Asturias – Cadena SER – 27 de septiembre de 2013.